El mundo de Esther

sábado, mayo 05, 2007

LA CLASE DE FILOSOFÍA

Mi critica a la clase de filosofía es en positivo puesto que no tengo nada malo que decir.
Es la única asignatura que no me produce pereza a la hora de empezar a dar clase, porque se me hace muy amena, debido posiblemente a la forma que tiene de dar clase nuestro profesor, ya que suele entrar cantando y todos los días nos repite una peculiar frase al empezar la cual todos nos sabemos, al igual que cuando dice aquello de dudas preguntas comentarios.... o cuando nos dice que él no es quien para quitarnos esas ganas de aprender que tenemos. Algo bueno para los alumnos que llegan tarde normalmente es que en clase filosofía nunca te vas a quedar fuera puesto que siempre te deja entrar y además nunca te pregunta que de donde vienes no como los demás profesores. Algo malo de nuestro profesor es que tiene una cierta tendencia a hablar alto cuando te ve escribir en la mesa entonces te dice aquello de no estarás pintando en la mesa.

Algo diferente en clase de filosofía es que no tenemos libro de texto, lo que tenemos es una hoja de apuntes que nos fotocopia el profesor y que es completada posteriormente con nuestros apuntes.

Su forma de explicar no es igual que la de los demás profesores puesto que utiliza ejemplos en los que incluye a su perro ya si mismo y nos hace dibujos que parece que no pero ayudan a la comprensión.

Nuestra nota se basa en tres exámenes y un punto extra que se concederá conforme al trabajo de tu blog. El primer examen llamado el de opción múltiple, sirve para saber los conocimientos que tenemos, el segundo, que es el practico, se centra en saber aplicar lo aprendido en ciertos casos y el tercero, llamado el de materiales, trata sobre las preguntas de un libro previamente leído y preguntas de cualquier cosa explicada en clase independientemente si se incluye o no en los apuntes.
Por todo esto tengo que decir que la clase de filosofía es la mejor y la mas entretenida que tengo y me gustaría que las demás clases se parecieran mas a la de nuestro profesor Enrique. P. Mesa.